Noemí Quesada
Escritora
¿Quieres saber cómo comencé a escribir?
De adolescente me gustaba escribir en papel por las noches antes de dormir. Necesitaba hacerlo, sobre todo, cuando el día había sido intenso o especialmente malo. No escribía nada en concreto, a veces eran frases sueltas, otras, dejaba salir aquello que no había salido como yo quería y que tanto me había desestabilizado. Fue muy fácil darme cuenta del alivio que sentía al usar la escritura como una forma de desahogo, así que seguí haciéndolo. Cogía papel y boli, me vaciaba, rompía el papel y el nudo se disolvía. En el año 2008, con Internet ya asentado en nuestras vidas, decidí abrirme un blog privado y fui volcando en él todas mis inquietudes, miedos y sueños a modo de reflexiones. Ocho años después cerré esa etapa escribiendo la palabra fin y, poco después, descubrí la autopublicación. No sé cómo llegué a tomar la decisión de convertir aquel blog privado en un libro, pero sí sé que fue algo totalmente inesperado, impulsivo y el culpable de todo lo que vino después. Porque no, poner la palabra fin a aquel blog no terminó nada, sino que lo empezó todo. El gusanillo de escribir seguía estando presente y, por primera vez, me sorprendí pensando en cómo sería escribir un libro de ficción. La idea de mi primera novela llegó a mí en forma de sueño, una noche cualquiera. Probé a desarrollar aquel sueño, a darle forma, a ponerlo sobre papel. Hoy, cinco años después, doce novelas publicadas, me declaro oficialmente adicta.
La aventura de la autopublicación
Que una plataforma como Amazon te dé la opción de publicar tu libro, con el control absoluto y un montón de herramientas que poco tienen que envidiar a las grandes editoriales, es un sueño. Por eso, yo soy una escritora autopublicada orgullosa de serlo. He tenido que estudiar mucho, aprender a hacerlo todo yo sola, también saber pedir ayuda, dedicarle horas, neuronas y noches en vela, pero el resultado compensa con creces. La autopublicación no es fácil ni rápida ni un camino de rosas. Hay que trabajar mucho si quieres lograr un resultado aceptable. Que escribir una historia sea la parte más fácil de publicar, dice mucho de todo el proceso que hay detrás, desde que pongo la palabra fin, hasta que un libro llega a las manos de alguien. Relecturas, pulido de detalles, encontrar unos ojos ajenos que te hagan de juez, corrección, maquetación, cubierta, promoción, solventar problemas y errores, que siempre los hay y, por fin, si Amazon ese día está de buen humor, terminarás ese proceso que, en mi caso, dura meses, y tendrás a tu bebé en brazos. Pero... ¡sorpresa! Vuelve a haber fallos (repito, siempre los hay), y toca seguir trabajando. Por suerte, todo esto queda en un segundo plano cuando el libro va llegando a la gente, cuando llegan las primeras impresiones, cuando alguien sube una reseña que te emociona como ninguna otra cosa. Cuando, y esto es lo más importante para mí, los lectores dan vida a una historia y unos personajes que han salido de mi cabeza, de mi corazón y de mis tripas. Sin duda, lo más gratificante de todo este proceso, es el cariño con el que abrazáis cada una de mis historias y las hacéis reales. Gracias, gracias y mil veces GRACIAS.
La aventura editorial
Pocos meses después de publicar la Bilogía Alas Negras, una mezcla de romántica y ciencia ficción, probé a escribir una historia de amor sin más artificio que el romance puro y duro. Fue en 2018 cuando escribí Mon petite Mon, la primera novela que salió publicada con Kamadeva editorial. Fue un proceso diferente, muy bonito y jamás soñado. En 2020 repetí experiencia con La chispa adecuada, otra historia dulce en la que el amor es el protagonista absoluto. Gracias a la oportunidad que me brindó Kamadeva pude conocer a muchas compañeras de profesión que a día de hoy siguen en mi vida, asistir a la Feria del Libro de Madrid para firmar en una caseta y muchas cosas más. Jamás olvidaré a aquella chica que, entre los miles y miles de libros que decoran El Retiro durante esos días, eligió el mío para llevarse a casa. Siempre estaré agradecida por ello. Fue mucho más que un sueño hecho realidad.
¿Te quedas con ganas de saber más?
Te diré que, en lo que a libros se refiere, leo tanto romántica como thriller, autoayuda o fantasía. Soy muy versátil, pero, eso sí, los clásicos son mis eternos pendientes. Soy amante del terror en todas sus versiones desde una muy temprana edad. Stephen King y Tim Burton me parecen unos genios entre los genios. Te diré también que la cocina es mi otra pasión, que amo cocinar tanto como comer. Que adoro viajar, los idiomas y la música. Me enriquecen el alma y siempre son fuente de inspiración.
Libros que me han marcado: La larga marcha, de Stephen King, Cartas para Claudia, de Jorge Bucay, La soledad de los números primos, de Paolo Giordano, La viajera del tiempo, de Lorena Franco, El peligro de estar cuerda, de Rosa Montero, entre otros muchísimos más.
Películas que he visto demasiadas veces (o no): El efecto mariposa, Moulin Rouge, Amélie, Conoces a Joe Black, Big Fish, Call me by your name, Verano del 85.
Series que me han dado la vida a niveles cósmicos: Fringe, Friends, Lost, Dexter, True Blood, Crónicas vampíricas, Juego de Tronos, por nombrar solo algunas (la lista es enorme).
Actor que adoro: Anthony Hopkins.
Musicoterapia: Garou, Robbie Williams, Bon Jovi, Laura Pausini, Keane, Queens, Måneskin.
Y que si me encuentro con una casa hecha de pasta, queso, chocolate y vino, me quedo a vivir para siempre.